Ella dio todo por su pareja de corazón, lo amó con alma y razón
Le brindó todo lo que tenía, muy feliz se sentía
Pero él la engaño y después de un tiempo la dejó
El mundo de la hermosa dama se derrumbó, sus deseos de vivir acabó.
La tristeza invadió su Ser, ya no quería amar ni en nadie creer
Su espíritu se amargó, la desconfianza le llegó
Sus lágrimas caían por desconsuelo, no miraba el verdadero cielo
Las plegarias al Creador eran de amargura, se sentía inútil e impura.
Pero no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista, volvió a ver la luz con su nueva vista
Encontró un maravilloso despertar, se unió a la Fuente del amar
La meditación la llevó a la paz interior, fue sanando poco a poco su dolor
Las afirmaciones positivas levantaron sus valores, preciosa alma de maravillosos colores.
Las respiraciones estabilizaron sus emociones, amando todos los corazones
La gratitud la llenó de alegría, ingresando a dulce celestial sinfonía
La oración del perdón la liberó de errores de vidas pasadas y actuales, ingresó a los hermosos manantiales
Se dejó guiar por la Fuente, ingresó la luz a su ente.
El estar atenta a cada momento, afilió a su Ser al verdadero aliento
La naturaleza le ayudó a restaurar sus raíces, caminaba descalza, abrazaba un árbol; llegaron todos sus días felices
Encontró su alma gemela de corazón, vivieron unidos con fe, esperanza y bello amor en comprensión
Gracias Dios porque encontré mi despertar, adiós tristezas ahora sé solo amar.
Bendiciones,
Yider Elder Araque Cerón
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