Cuidar en la vejez y la enfermedad sin dejar de cuidarse uno. Entre la dedicación y el desgaste emocional.
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Prólogo de María Jesús Álava Reyes.
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En la vejez, en la enfermedad y en los casos de dependencia, la figura del cuidador se ha convertido en una pieza necesaria y fundamental. Por elección o por obligación, la mayoría de nosotros seremos cuidadores en algún momento de nuestra vida y conviene estar preparados para ello.
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En palabras de Vicente Prieto, director de Clínica del Centro de Psicología Álava Reyes, la clave es cuidar al otro sin dejar de cuidarse uno mismo. No debemos renunciar a nuestra vida, ni sentirnos culpables ni perder nuestra autoestima. Por el contrario, hemos de saber priorizar, evitar el desgaste emocional, pedir ayuda cuando el agotamiento nos invada y, por supuesto, comunicarnos de manera positiva con la persona a la que cuidamos.
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Con el relato de numerosos casos clínicos y una sorprendente capacidad para transmitir pautas concretas de actuación, el autor de La soledad del cuidador nos enseña a mantener una actitud de apoyo y serenidad.
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Vicente Prieto Cabras es licenciado en Psicología por la Universidad Autónoma de Madrid y ha desarrollado su actividad profesional fundamentalmente en el ámbito privado de la intervención clínica.
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Es director técnico y director de Clínica del Centro de Psicología Álava Reyes, vocal del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid desde 2005, especialista en Intervención Social con Mujeres (Colegio Oficial de Psicólogos e Instituto de la Mujer) y terapeuta de conducta acreditado por la Asociación Española de Psicología Conductual.
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Máster en Psicología Clínica y en Terapia del Comportamiento, es profesor del Master Internacional de Psicología Clínica de la AEPC y el Instituto Superior de Psicología Clínica y de la Salud, así como formador en habilidades, entre otras: inteligencia emocional, control del estrés, cohesión y trabajo en equipo, gestión del tiempo y la energía, motivación y acoso laboral.
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