Hola seres de luz,
Este tema a tratar es muy profundo en cada una de
nuestras conciencias, ya que atreves de mi experiencia daré la opinión que emana del corazón
y va hacia la razón.
Según terrenalmente la palabra “humano”, significa:
La palabra humano proviene
del latín “humus” que
significa tierra, y el
sufijo “anus” indica procedencia de algo, en
algunas culturas se creía que el primer hombre fue hecho de arcilla, por ello se le colocó ese nombre, “humano, hombre que proviene de la tierra”. Aunque por otra parte también se cree que este
vocablo deriva del nombre que se le dieron a nuestros ancestros en la
prehistoria “homo neandertal”. porque hablamos que humano es algo vivo
generalmente se utiliza es el término “ser humano”.
Significados técnicos para la
ciencia y etimología; algunas personas dicen que nacemos, reproducimos y
morimos, terminando todo.
Psicológicamente el humano es un
Ser viviente con emociones e inteligencia que atreves de sus vivencias forma su
personalidad.
Todos ellos hablan de la parte
consciente, de la materia.
Cuando era niño y tenía 5 años, viví muy corto tiempo con mi abuelita materna,
ella me llevaba a la iglesia católica a
la misa, yo iba y siempre miraba las estatuas e imágenes de la iglesia; decía:
“que lindos los santicos, tienen súper poderes”,
yo me arrodillaba y decía “Dios mío yo quiero tener súper poderes
como ellos, dame los poderes, dame muchos poderes…”; así casi pasaba diciendo
en toda la ceremonia.
Cuando miraba que la gente se golpeaba
el pecho y decía “por mi culpa por mi
gran culpa”; yo decía “si ellos siguen diciendo así, Dios no les dará sus súper
poderes”.
También en la iglesia evangélica pedía
poderes para mí, ¿estaba obsesionado o era un niño cristalino que reclamaba su
divinidad?
Cuando miraba que ellos se
arrodillaban lloraban y decían algunos, “señor no valgo nada para ti, soy muy pequeño
ante ti, soy una basura a tu lado”.
Mi corazón se estremecía y decía:
“si siguen así Dios no les va dar poderes, ¡qué bien! Ya que seré el único con poderes
en el mundo”. Era un niño ingenuo y me sentía feliz.
Fui creciendo y poco a poco la
sociedad, creencias religiosas me fueron adsorbiendo, aunque la humildad, piedad
y sensibilidad seguían en mí pero de manera artificial.
Fui creciendo con temores, miedos, angustias, pero
algo en mi seguía buscando mi interior. Pasé por muchas experiencias y a pesar de mi leve cariño y amor, sentía un
vacio en mi interior.
Cierto en el año 2005, fui a visitar a mi hermano David,
a la ciudad de Cali; él le gusta mucho leer, y me llevó a una librería donde vendían
libros usados y siempre me agradaba las secciones de los libros espirituales. A
lo lejos veo un libro rosado con blanco y decía: EL PEQUEÑO LIBRO GRANDE” de
Muñeca Geigel. Me llamó la atención, lo abrí y leí un poco y me llamó nuevamente
la atención una frase que decía: TU ERES UN SER DIVINO, VIVIENDO UNA EXPERIENCIA
HUMANA”, yo recordé mi niñez y sin pensarlo compré el libro algo viejo, me
costó $ 5000 mil pesos colombianos (dos dólares).
Llegué casa y comencé a leerlo y
apuntar los ejercicios espirituales, lo hice con muchos errores ortográficos pero los comprendía (es raro siempre leía bien
pero escribía mal, ahora estoy mejorando).
Comencé a realizarlos, como las
afirmaciones del yo soy, respiraciones conscientes, el toque de las manos y
otros (los realizaba al levantarme, pero las respiraciones, si casi todo el día
las hacía por momentos). A los ocho días iba sintiendo mucha paz interior y mi mente aquietada, miraba el día como más
bonito, llegué aquel punto donde ya no sentía tristeza, ni dolor, ni furia; en las noches después de hacer los
ejercicios espirituales al dormir, sentía
que mi espíritu se salía de mi cuerpo y me elevaba, mientras que mi mente decía “ eres un dios, eres un
dios, eres un dios…” ( les hablo con toda la verdad de mi corazón), yo me asusté y dije: “no, esto no viene de
Dios, es malo”, era mi ignorancia por lo que las religiones habían impregnado
en mi esencia.
Al siguiente día fui supuestamente a donde un “guía espiritual
religioso” y le comenté que sentía mucha paz interior, tranquilidad, que mi espíritu
salía de mi cuerpo…”
Me dijo que era obra de satanás, que no hiciera más esos conjuros y que quemara ese libro diabólico.
Lamentablemente le hice caso en todo por mi ingenuidad.
Y a los pocos días volvió a
invadirme la melancolía y desespero, llegué a pensar que era lo normal del ser
humano.
Paso muchos años y en 2012, donde mi mente ya no podía mas, busque por internet alguna ayuda espiritual y
vi un video de la psicóloga espiritual Maya, La meditación “el niño interior” y luego “oración del perdón”. Le escribí le comenté muchas cosas personales mías”. Sobre
todo buscaba a alguien que me amara y protegiera,
me sentía muy vacio y triste.
Ella muy buena persona me enviaba meditaciones y técnicas espirituales, además
estaba en la pagina ning espiritual Conexión Universal; era la única página que
me soportaba y comprendía mi tipo de evolución. Yo volví a “vivir nuevamente”, aunque
tenía altibajos pero seguía y seguía; me caía y me volvía a levantar.
Logré la estabilidad, gracias a luz que llegó a mí.
Ahora en la actualidad, meses atrás caí en pereza espiritual y perdida de la fe, pero seguían mis raíces firmes
y me levanté de nuevo. No podemos dejar
nunca nuestros ejercicios espirituales ningún día ya que es como el sol y el
agua para una planta o el alimento diario de nosotros (con media hora que lo
hagas como mínimo, te cambiará la vida).
Somos seres de amor y luz, vibramos con el universo, estamos cumpliendo
una misión, debemos vivir en la alegría, positivismo, unidad, humildad, piedad,
gratitud y conectados con lo creado.
Por mi experiencia me di cuenta que si somos poderosos y héroes porque
nuestra conciencia es total e infinito
amor
“YO SOY EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA, NADIE VIENE AL PADRE SINO ES POR
MI”.
Por fin le comprendí esta frase a Jesucristo, que Dios está dentro de
nosotros y debemos despertarlo.
Bendiciones,
Yider Elder Araque Cerón
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