"El Secreto" de la abundancia...
Es dando que recibimos.
Es compartiendo como somos bendecidos por la abundancia.
Dando abundantemente heredaremos el Reino.
Seguro que te han hablado o has leído sobre la “Ley de la atracción”, y también es posible que hayas leído “El Secreto”; y seguro que no habías terminado de leer el libro y ya estabas pensando en todas las cosas buenas que te apetecería tener, visualizándote sentad@ en el jardín de esa casa deseada, a la sombra de una palmera, mirando la piscina en la que se están bañando tus niños…… pero también es posible que esa práctica, que esa visión no fuera más allá del tiempo de lectura, y que al día siguiente y al otro y al otro, ya no te hayas acordado de seguir con la práctica de visualizar tu nueva casa, o el deseo que quieres que se cumpla, y al cabo de varios días o semanas, cuando alguien te recuerde el libro, pienses: Eso es una bobada, yo lo he hecho y no funciona.
Si funciona…………………., pero no de la manera que queremos los seres humanos, sin trabajo.
Para que funcione, es necesario:
Ser constante en el trabajo, no vale con que se piense o se visualice una vez.
Si realmente tienes un deseo has de mantener ese deseo en la conciencia hasta que el deseo se realice.
Eres capaz de realizar cada día, durante toda una vida, un trabajo que no te gusta, en el que tienes que aguantar a un compañer@ un poco pesad@ y a un dictador por jefe, para conseguir un sueldo, en muchas ocasiones, de miseria, sólo para subsistir, y no eres capaz de mantener en tu
conciencia la visualización de un deseo. ¿Seguro que lo deseas?
No dar órdenes contradictorias. ´
No puedes durante diez minutos visualizar una casa de ensueño, y después estar diez horas pensando que tu casa es una choza.
¿Qué crees que tendrá más poder, los diez minutos del palacio o las diez horas de la choza?
La energía que genera tu pensamiento o tu visualización, y que sale de ti hacia el Universo, no distingue entre lo que es real y lo que es pensado, por lo que el Universo durante diez minutos va a recibir la petición de un palacio y durante diez horas la petición de una choza.
Si tú fueras el Universo, ¿qué concederías?
Sentir la emoción de que ya tienes la casa soñada.
Ten en cuenta que el Universo es como un gran espejo que refleja tus emociones, por lo que has
de mantener en tu conciencia la felicidad de que ya tienes la casa de tus sueños, porque si la emoción que mantienes es el sufrimiento de vivir en una choza, eso es lo que vas a seguir recibiendo.
Y a partir de aquí, voy a desmontarte el trabajo............. Si ahondas en la lectura, si vas leyendo entre líneas y te paras a reflexionar un momento, verás que hay algo más y mucho más importante que lo leído hasta ahora. ¡Hazlo, reflexiona!
¿Hasta dónde has llegado? La respuesta correcta es:
No hay que tener deseos. Porque son los deseos los que te atan al sufrimiento por la no consecución de eso que deseas y te generan la energía de carencia que envías al Universo, por lo que el Universo responde con más carencia.
Y aquí también se puede hacer otra reflexión, la más importante:
¿Para qué quieres utilizar las técnicas de “El Secreto”, si el secreto es no tener deseos?
El verdadero secreto de la abundancia es: Dar, ofrecer, entregar, donar, compartir, regalar, otorgar, ceder, obsequiar, proporcionar, aportar, suministrar, proveer, sin esperar nada a cambio.
El verdadero secreto de la abundancia es:
Aceptar lo que tienes, y aceptarlo con alegría.
¿Conoces el cuento del mendigo?:
En unas tierras lejanas, existía un Rey muy sabio y bondadoso; cierto día el rey había salido a pasear por los jardines de su castillo, pero para su sorpresa, junto al camino estaba un mendigo que clamaba a fuerte voz misericordia, ya que tenía días sin comer y no poseía dinero para comprar.
El rey movido a misericordia se acercó a auxiliar a aquel mendigo, pero sabiamente le preguntó, qué tenía él para ofrecerle a su rey; el mendigo sorprendido notó que cargaba un saco de mazorcas (Mazorca es la espiga del maíz con sus granos muy juntos; simbolizaba la fuerza por la unión) que había recogido en el campo, y solamente sacó dos mazorcas de todas las que tenía, para dárselas al rey, pues pensaba que este no tendría necesidad de sus dádivas, pues era un rey y vivía cómodamente en el palacio, saciándose de los mejores manjares.
El Rey ante la actitud miserable del mendigo y para darle una lección por ser tan duro de corazón, mandó a sus sirvientes que le trajesen un saco de monedas de oro e igualmente sacó sólo ...
dos monedas de oro y se las diò al mendigo.
dos monedas de oro y se las diò al mendigo.
¡El mendigo lloró amargamente por no haber tenido corazón para dárselo todo!
La moraleja de esta historia nos hace reflexionar.
"Si el mendigo le hubiese dado, mas mazorcas ò todo el saco de mazorcas al rey, hubiese recibido de la misma manera, mas monedas de oro ò todo el saco de monedas"
Da de corazón, sin egoísmos.
Deja “El Secreto” en la estantería y
Recuerda
Es dando que recibimos.
Es dando que recibimos.
Es compartiendo como somos bendecidos por la abundancia.
Dando abundantemente heredaremos el Reino.
Publicado por Hari Krishan Singh
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