1. Vuestra boca puede albergar más de 6 millones de bacterias de 600 tipos diferentes. Algunas de ellas son beneficiosas y otras no lo son en absoluto. La diferencia entre unas y otras depende del lugar donde vivamos e incluso de nuestro peso. Por ejemplo, los sudamericanos, los norteamericanos y los suecos tienen bacterias diferentes. Y las bacterias de la boca de las mujeres con sobrepeso son diferentes a las que tienene un peso normal.
.
2. La saliva nos ayuda a humedecer los alimentos que ingerimos de forma que podamos masticarlos, tragarlos y digerirlos más fácilmente. La saliva también elimina restos de comida y bacterias, evitando así el mal aliento, el deterioro de los dientes y las enfermedades de las encías. Sin saliva, perderíamos toda nuestra dentadura en seis meses. Cualquier movimiento de nuestra lengua genera infinidad de microchasquidos producidos por la saliva. Las glándulas salivales pueden proyectar el líquido a 160 kilómetros por hora. La saliva juega una importante función defensiva natural frente a la caries, pues diluye y elimina los azúcares y mantiene el PH de la boca.
.
3. Por término medio, además, producimos medio litro de saliva al día, lo que supone alrededor de 35.000 litros durante toda la vida. Y esa saliva dice mucho de nosotros: en principio, cualquier sustancia, enfermedad o indicador que pueda detectarse en la sangre, también se encuentra en la saliva. Así que, a través de la saliva, podemos detectar drogas ilegales, alcohol, sida, cambios hormonales e incluso estrés nervioso. Además, la saliva tiene un punto de ebullición tres veces superior al del agua.
.
4. Si notáis que tenéis siempre la boca muy seca, puede que estéis padeciendo xerostomía, que significa “boca seca”. Generalmente es un síntoma de deshidratación por ingestión excesiva de sal o de alcohol, o por el calor. También es una forma que tiene el cuerpo de señalarte que estás estresado y que necesitas calmarte. También puede ser un síntoma de que consumes drogas ilegales como marihuana, cocaína o metanfetamina.
.
5. A menudo es difícil distinguir la boca seca de la sed excesiva, ya que una da lugar a la otra. Pero una sed muy intensa o insaciable puede ser una señal de peligro de hipotirodismo avanzado. O tal y como señala Joan Liebmann-Smith en su libro Escucha tu cuerpo: “Otra señal es el hambre intensa. Pero si tienes hambre constantemente y además tienes necesidad frecuente de orinar, la sed inensa puede ser señal de una diabetes no controlada, o sin diagnosticar, que podría ir seguida de un coma diabético.“
..
ARTICULO MUY INTERESANTE.LA SALIVA, MUCHO MÁS QUE EL AGUA.
.
VER MAS EN: